lunes, 3 de marzo de 2008

Puntos de vista

Comenzamos a trabajar la cuestión de los puntos de vistas. Comenzamos por acá, porque intento proponer una manera de trabajo donde podamos construir el conocimiento en gran parte a partir del diálogo. Y en el diálogo se ponen en juego distintos puntos de vista.
Lo hicimos a partir de extractos de un artículo de Abrevaya publicado en Página/12 el 27/11/1991

Un vaso nunca es un vaso

Un vaso es un recipiente. Es lo que contiene. Es un vaso de whisky, canchero, ancho, chancho, con hielo, tintineante. Es un vaso de vino, alcohólico, sobre la madera castigada de la mesa de un bar de cuarta, mástil del que se aferra un borracho tempestuoso. Es un vasito de caña, de ginebra, un glup ardiente. Es un vaso de agua para reponernos de algo. Se dice: con agua. Pero es de agua. Es el agua que tiene. Es un vaso vacío: una cosa que espera la oportunidad de ser colmada, de servir, de tener sentido. Es un vaso vacío en algún otro lado, que exige ser repuesto en su lugar correspondiente. O es un vaso con otros vasos, esperando que lleguen las visitas.

Un vaso también es un resto de alguna bebida que quedó en el vaso. Un resto. Lo que sobró de una división, de cuando se dividieron las personas. Un testimonio de la vida que pasó, como una cuenta imperfecta.

Un vaso es el lugar en el que está. Por ejemplo, en la alfombra, volcado, adormecido por los efectos de la fiesta. También es un edecán que hace guardia, parado en la mesita de luz; junto al enfermo. Y en el baño es un farmacéutico. Y tirado al aire libre es una barbaridad de gente desaprensiva con el cuidado de los espacios públicos.

A veces, un vaso es un recuerdo de otros vasos, de otro juego. Un sobreviviente jubilado, clase pasiva en el viejo aparador o ex combatiente destinado a cumplir misiones sin prestigio.

Un vaso es el vaso que cada uno imagina, que es mucho más que un vaso. Es un vasito descartable, muy descartable, de color resignado. Es un vaso alto, transpirando frescura publicitaria de deseos paradisíacos. Es un colorido vasito de cumpleaños infantil, gorrito dado vuelta. Es un vaso irrompible, seguro alarde de la practicidad tecnológica, hasta que se rompe, volviéndose una sorpresa.

Un vaso es una lente que nos permite ver las cosas deformadas, haciéndonos creer que después las vemos tal cual son y no tal cual las vemos, simplemente. Un vaso es un frío. Con el borde cascado es un peligro, una incitación al suicidio. También es una boca que aguarda el beso de otras bocas. Es una copa, estirada, que se siente de otra clase. Es una taza que pertenece a otro mundo. Es un balde para el caballo. Es una prueba de circo, angustiante, en las manitos de un nene. Es el cristal que lo hace fino o el plástico que lo abarata. Es un conjunto de moléculas unidas por una minuciosidad olvidada, una pieza arqueológica que cuenta la versión de una cultura, otra estructura superada por el uso, otra industria de la repetición, una fuente de recursos que permite comprar cosas para poner adentro de otros vasos, una necesidad que vimos en oferta acá a la vuelta, un delicado problema de embalaje, un medidor de torpeza en el lavado, un regalo de bodas, acaso un infinito que holgadamente nos supera.

Un vaso nunca es un vaso. Es la palabra vaso, sus letras, su sonido. Es una voz que dijo «vaso», alguna vez...., y lo sigue diciendo en cada vaso. Hasta puede ser la prueba de cuántas personas se reunieron allí, esa fatídica noche. O la superficie donde quedan impresas las huellas dactilares del presunto asesino. O nada. ¿Vaso? ¿ Qué vaso?....

Un vaso nunca es un vaso. Y esto se puede comprobar haciendo el intento de encontrarse con exactamente un vaso y nada más que un vaso. Tampoco será un vaso. Será un misterio.


Leímos el texto en forma individual y luego en voz alta. Registramos el vocabulario desconocido en la carpeta.
Luego contestamos dos preguntas:
¿Cuántos cosas puede ser según lo que leyeron?
- Es un recipiente (de plástico, de vidrio)
- Es lo que contiene (whisky, coca)
- Es una lente
- Es un peligro (con el borde cascado)
- Es el lugar que ocupa
- Es un edecán
- Es un vaso vacío
- Es un vaso con otros vasos.
- Es un objeto
¿Qué quiere decir que un vaco nunca es un vaso?
“Un vaso nunca es un vaso porque ‘vaso’ es sólo el nombre.”
“Que no es sólo un objeto que usamos sino que también puede despertar mucha curiosidad sobre las personas con sus secretos que pueden ser muchas cosas.”
“Quiere decir que un vaso no puede ser sólo un vaso, puede ser muchas más cosas como un recipiente, una lente, etc.”
“Quiere decir que un vaso nunca es un vaso porque a veces tiene algo y a veces no tiene nada y eso es otro tipo de vaso.”
“Un vaso puede ser una lupa porque se ve deformado.”
“Quiere decir que tiene muchas utilidades, no sólo es un vaso, puede ser un edecán…”
“Que nunca es un vaso porque tiene diferentes formas que se dicen…"

Formación Ética y Ciudadana: clases 1 y 2

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